Entre dos países, Alemania y Francia, y cruzada por el Rin, la Selva Negra es una de las zonas boscosas más interesantes de Centroeuropa. Este lugar de multitud de encuentros y desencuentros entre civilizaciones y naciones a lo largo de la historia, cuenta con importantes ciudades en su geografía que conservan algunas tradiciones que hunden sus raíces en el tiempo, como los relojes de cuco o la famosa tarta Selva Negra, hecha con chocolate y frutos procedentes de sus bosques. Ciudades como Friburgo de Brisgovia, considerada su capital y con una importante catedral gótica, saldrán a nuestro encuentro.

Por su lado, la Alsacia es un valle entre la Selva Negra y los Vosgos, rica en paisajes y en historia y con localidades tan importantes como Colmar, Baden-Baden, y Estrasburgo han sabido dirimir su propia historia reciente.

PROGRAMA

Día 1: Sevilla – Málaga – Basilea – Friburgo de Brisgovia

Encuentro en el Prado de San Sebastián para ir en autobús al aeropuerto de Málaga y embarcar en el vuelo con destino Basilea. Tras ello, continuaremos hacia Friburgo de Brisgovia, considerada la puerta de entrada a la Selva Negra. Fue fundada en 1120 por el duque Conrado de Zähringen y se convierte en uno de los centros comerciales de la zona gracias a la exportación de lana, madera y plata.

Actualmente es una importante ciudad universitaria, considerada como capital de la ecología, y en donde aún se conserva bien su centro histórico.

Check-in en hotel y cena.

Día 2: Friburgo – Colmar – Friburgo

Desayuno en hotel y salida hacia Colmar, una ciudad que fue nombrada por primera vez en el siglo IX y que llegó a ser una ciudad imperial libre. Su posición estratégica la ha hecho partícipe en multitud de conflictos que cambiaron su nacionalidad.

Su centro histórico está clasificado como zona protegida y ha sido continuamente restaurado. Hoy es una amalgama  de casas antiguas, muchas del siglo XIV y representativas desde estilo gótico germánico hasta del renacimiento tardío, que reflejan el esplendor de Colmar en la Edad Media.

Muchas son seña de identidad de la ciudad, como la Adolph House, del siglo XIV, y la casa Huselin zum Swan. La antigua aduana o Koïfhus, de 1480, es el edificio público más antiguo de Colmar y en él se depositaban todos los productos de importación.

La Casa Pfister, de 1537, y la Casa de las Cabezas, de 1609 y con 111 cabezas y máscaras adornando su fachada, dan fe de la prosperidad de la burguesía mercantil de Colmar.

La iglesia San Martín, del siglo XIII, es un ejemplo de la importancia del gótico en la Alsacia, y es considerada por los vecinos como la catedral de Colmar, aunque no existe ninguna en la ciudad, mientras que, al igual que ocurre en otras ciudades de la zona, a la zona de canales de Colmar se la conoce como la «petite Venise».

Ocupando el distrito de Krutenau, antigua zona de jardineros y agricultores, los canales del río Lauch irrigaban los cultivos y servían a los comerciantes para transportar sus plantas y verduras hacia el muelle del mercado. Los riachuelos continúan a lo largo del Quai de la Poissonnerie, donde se vendían los pescados capturados en la zona y donde residían los pescadores profesionales, cuyas casas se alinean a lo largo de las orillas y recuerdan inevitablemente a la capital del Véneto.

Día 3: Friburgo 

Desayuno en hotel. Por la mañana visitaremos el centro de Friburgo.

Hacia el año 1200 se iniciaron las obras de la primitiva catedral, de la que solo permanecen los brazos del crucero, flanqueados por las torres de los gallos, de planta octogonal y coronadas por agujas góticas, que ya avanzan la torre principal de la fachada, de 116 metros de altura y una de las pocas que se acaban en su siglo y en su estilo. Ya en a mediados del siglo XIV se reforma el presbiterio, pero la inestabilidad política retrasaron su consagración hasta 1513.

Entre su decoración, destaca el tímpano polícromo de su fachada principal, en el que se narra la vida de cristo, o las vidrieras, muchas de las cuales aún son las originales.

Continuaremos la visita por la plaza de la catedral, donde encontraremos la Fuente de los pescadores, el lugar donde éstos solían limpiar sus mercancías antes de venderlas. Cerca se encuentra el Viejo Almacén, una construcción del siglo XVI cuya fachada está pintada en rojo y decorada con esculturas dedicadas a la casa Austria, entre las que se encuentran la de Maximiliano I o la de Felipe el hermoso.

A pocos minutos se encuentra la Rathausplatz, donde aún se conservan el Viejo y el Nuevo Ayuntamiento, ambos conectados por una pasarela. El primero comienza su historia en el siglo XIII, cuando la ciudad adquiere unos edificios en la plaza de los franciscanos, aunque tras varias ampliaciones se decide levantar el edificio actual en 1559 y es un buen ejemplo de arquitectura civil Renacentista con el mismo color que el Viejo Almacén. Lamentablemente, este edificio ardió durante los bombarderos de 1944 por lo que tuvo que ser reconstruido.

No muy lejos, está la casa de la ballena, también decorada con este color rojo típico, y lugar donde vivió Erasmo de Rotterdam, como se indica en una placa.

Almuerzo en restaurante local.

Por la tarde, podremos callejear por Konvikstrasse, la calle medieval donde vivían los artesanos, cerca de la Puerta de los Suabos, o por la también cercana «pequeña Venecia» debido al canal que va desde esta puerta a la de San Martín y que hoy está lleno de vida.

Tiempo libre y cena libre.

Día 4: Friburgo – Estrasburgo – Friburgo

Desayuno en hotel y salida hacia Estrasburgo. Comenzaremos la visita a la ciudad por la «Petite France», llena de casas con viguerías de madera, rodeado por canales cuyo reflejo lo convierten en uno de los lugares más pintorescos de la ciudad. Podremos deambular por sus calles y atravesar esta península por su conocido puente, frente al cual se conserva el Barrage Vauban, una antigua presa y puente que controlaba las aguas del río y que hoy conserva algunas esculturas históricas de la ciudad en su interior.

Continuaremos el paseo siguiendo el curso del río hasta encontrarnos la iglesia de San Esteban, una de las más antiguas de la ciudad, ya que fue mandada construir por el duque Adalberto de Alsacia en el 771 como parte de un convento del que su hija fue la primera abadesa. Las investigaciones arqueológicas han encontrado restos de una antigua basílica romana del siglo V d.C., construida a su vez sobre un fuerte romano que vigilaba el cauce fluvial.

El edificio actual es siglos posterior y es uno de los mejores ejemplos del gótico alsaciano que, con las vicisitudes de la Reforma, pasó transformar su culto para ser llamada «la catedral protestante». En su interior se conserva un órgano que tocó Mozart a su paso por la ciudad.

Más tarde, llegaremos a la place du Chateux, una de las más importantes por los edificios que se ubican en ella. Uno de ellos es el Palacio Rohan, en origen residencia de los príncipes y cardenales de la Casa Rohan. Los diseños son de Robert de Cotte, quien lo finalizó en 1742. Hoy es uno de los ejemplos más claros de barroco civil francés, aunque ha tenido otras funciones además de la palaciega, hasta convertirse en un centro cultural que aúna los museos de arqueología, artes decorativas y bellas artes.

Junto al palacio, se encuentran los edificios de los siglos XV y XVI que hoy conservan la colección de arte de la catedral, otro de los edificios que encontramos en la plaza.

La catedral de Estrasburgo tiene orígenes merovingios, pero ya en el año 1015 se plantea remodelarla por primera vez tras los daños causados por los suabos. Sobre esa basílica se acometen los primeros trabajos de ampliación hacia 1135. A finales del siglo XII se acomete la reforma del transepto, para lo que se toman como modelos las catedrales de Worms o Basilea, pero no es hasta mediados del siglo XIII cuando llegan los influjos góticos desde París, que le darán gran parte de su aspecto actual.

A partir de 1521 se consagró al culto luterano, por lo que se pierde parte del mobiliario. Sin embargo, se comienza la instalación de una de sus piezas más interesantes, el reloj astronómico de Hans Thomann Uhlberger.

Al exterior destacan sus tres portadas decoradas ricamente con relieves góticos en sus tímpanos, mientras que en la parte central se abre un rosetón de 15 metros de diámetro, lo que lo convierte en uno de los más grandes de Europa.

Almuerzo en restaurante local.

Por la tarde, nos dirigiremos hacia la Plaçe Kleber, que lleva el nombre de un afamado general estrasburgués, y que hoy actúa como plaza mayor de la ciudad. De entre los edificios destaca l´Aubette, construido en estilo clasicista por Jacques-Françoise Boudel.

Regreso a Friburgo. Tiempo libre y cena libre.

Día 5: Friburgo – Baden-Baden – Friburgo

Desayuno en hotel y salida hacia Baden-Baden, en las laderas de la Selva Negra. Fue un lugar frecuentado en la antigüedad por sus aguas minerales e incluso se dice que el emperador Carcalla frecuentaba esta localidad. En el subsuelo de la plaza del mercado se encontraron restos de un balneario romano que documentan esta actividad.

En el siglo XIX, vuelve a ponerse de moda entre la aristocracia alemana y surge como una ciudad termal y de descanso. Es el momento en el que se construye el teatro, el hipódromo o el casino. El Kurhaus fue diseñado por Friedrich Weinbrenner entre 1821 y 1824 y en su interior no solo alberga salas de apuestas sino que también tiene salas de baile y conciertos donde aún hoy se siguen celebrando galas. Los interiores, ricamente ornamentados, estuvieron inspirados por los palacios parisinos.

Otro de los edificios monumentales de la ciudad es la Colegiata de San Pedro, construida en el siglo XV siguiendo las directrices del gótico, aunque su torre corresponde al siglo XVIII. Fue lugar de enterramiento de los margraves de Baden.

Nuestra visita continuará por los palacios nuevos, ya que del viejo solo quedan algunas ruinas tras su incendio de 1599. El Neues Schloss, se contruyó en el siglo XIV sobre el anterior, junto a una colina y rodeado por suntuosos jardines y paisajes. Hoy es propiedad particular.

Almuerzo libre.

Tras pasear por las encantadoras calles de la ciudad para disfrutar de su ambiente, volveremos a Estrasburgo.

Resto de la tarde libre y cena final.

Día 6: Friburgo – Basilea – Málaga – Sevilla

Desayuno en hotel y check-out. Tras ello, traslado en autobús al aeropuerto de Basilea para tomar el vuelo con destino Málaga. Llegada a Málaga, recogida de equipajes y continuación hacia Sevilla en autobús. Llegada al Prado de San Sebastián y fin del viaje.

Precio:

  • Por persona en habitación doble, 2570€ netos.
  • Por persona en habitación individual, 3050€ netos.

Calendario de pagos:

 

 

Fecha Doble Individual
RESERVA 100 100
1º Pago 420 500
2º Pago 410 490
3º Pago 410 490
4º Pago 410 490
5º Pago 410 490
6º Pago 410 490

Hotel:

Ciudad Hotel
Friburgo Hotel Colombi o similar 4*

El precio incluye:

  • Traslado Sevilla-Málaga en autobús privado
  • Vuelo Málaga-Basilea-Málaga
  • Autobús a disposición durante el recorrido
  • Estancia en hoteles 4**** , en régimen de alojamiento y desayuno
  • Almuerzo y cenas según programa
  • Acompañantes desde origen, ratio 1/15, un profesor y un responsable de la agencia
  • Guías de habla hispana
  • Entradas a monumentos y visitas especificadas en el programa
  • Seguro de viaje y anulación, valorado en  €.

El precio no incluye:

  • Excursiones y entradas a monumentos NO mencionados en programa.
  • Comidas en aeropuertos y estaciones.
  • Bebidas en las comidas programadas (salvo agua).
  • Maleteros, propinas y extras no incluidos en programa.
  • Gastos de índole personal.
  • Cualquier otro servicio no mencionado en “el precio incluye”

* Los programas de esta web pueden estar sujetos a cambios y pequeñas modificaciones previas a la fecha de salida del viaje.