La Serra da Estrela fue conocida en tiempos de los romanos como Montes de Hermes y allí se cree que nació Viriato.
Esta zona de origen glacial, que supone el inicio del Sistema Central, se ubicaron localidades que fueron creciendo en importancia.
Junto a ella, y funcionando como defensa frente a Castilla, se fortificaron ciudades como Guarda o Almeida y otras parecen haberse detenido por siempre en el tiempo gracias a sus bien conservados núcleos urbanos.
Salida desde el Prado de San Sebastián en autobús privado con dirección a Coria. Parada en ruta para desayunar antes de conocer esta localidad cacereña cuyo casco histórico es Bien de Interés Cultural y que aún conserva parte de sus murallas de origen
romano, aunque rehabilitadas en diversas ocasiones, al igual que sus puertas, como la de la Virgen de Guía.
Mientras caminamos llegaremos a la plaza de la Cava, donde aún se conserva el castillo de los duques de Alba cuya Torre del Homenaje fue mandada construir por don García Álvarez de Toledo, Duque de Alba y primer Marqués de Coria entre 1473 y 1478.
Continuaremos por la calle de las Monjas, donde aún está el convento de Madre de Dios, o la antigua Cárcel Real, en funcionamiento hasta 1981. También pasearemos por la antigua alhóndiga o por la iglesia de Santiago.
Sin embargo, junto al castillo, el edificio principal de la localidad es la concatedral, que aprovecha un lienzo de la muralla romana para su construcción. Se comienza a construir en 1498, sobre un templo anterior, y no se acaba hasta el siglo XVII.
Almuerzo libre. Tras ello, continuaremos hacia Penamacor, villa desde que Sancho I le otorgara ese rango en 1199 dentro de sus políticas de repoblación. Parece que fue la ciudad natal del rey visigodo Wamba, pero su periodo de esplendor fue con la llegada de los templarios, quienes levantaron el castillo del que aún hoy se conservan restos.
Símbolo de esta importancia, permanece en pie su pelourinho, del siglo XVI y levantado frente a una de las puertas de la ciudadela. Cerca se encuentra la iglesia de la Misericordia y la antigua Casa da Câmara, que se ubicaba en el antiguo centro de la ciudad, camino del castillo y del llamado Pozo del Rey.
Continuación hacia Manteigas. Llegada a hotel y check-in. Cena en hotel.
Desayuno en hotel y traslado hacia Castelo Mendo, hoy una pequeña aldea, pero que en su momento, jugó un papel importante en la defensa de la «raya». Aunque estuvo poblada desde tiempos de los romanos, la localidad creció tras la conquista cristiana, cuando se levantaron sus aún imponentes murallas.
Nos adentraremos al recinto urbano, que presenta una gran unidad gracias a su suelo empedrado y a la tipología de sus casas, muchas de ellas de granito. De su importancia pasada, nos deja testimonio, de nuevo, un pelourinho, levantado cerca de la iglesia de San Pedro, en una coqueta plaza que mantiene el regusto medieval.
A pocos metros, se encuentra el edificio de la antigua Domus Municipales, desde donde se regía la ciudad y frente al que se levantó la fuente nueva, mientras que continuando la misma calle, llegaremos a las ruinas de su castillo, de las que sobresale la iglesia de Santa María do Castelo en el centro de la fortaleza.
Continuaremos en dirección a Almeida, algo más al norte, y una verdadera obra de ingeniería gracias a su baluarte estrellado de 12 puntas y que vino a sustituir al castillo y a la muralla que mandara construir el rey D. Dinis I.
Esta localidad, que fue 7 años española, conserva bien sus puertas de entrada, abovedadas para cruzar el bastión, como la de San Francisco, que da paso a la iglesia de la Misericordia, propiedad de la casa asistencial del mismo nombre, que la construye en el siglo XVIII. Cerca, también se encuentra la iglesia matriz, antes convento de terceras franciscanas, pero que asume este papel desde que explotara el antiguo castillo en 1810, del solo resiste sus cimientos, junto al terreiro viejo.
Al llegar a la plaza principal, podremos ver algunas casas blasonas como la del Brigadeiro Vicente Delgado, de estilo barroco.
Almuerzo en restaurante local. Tras ello, visitaremos la aldea de Figueira do Castelo Rodrigo, cuyas primeras fortificaciones fueron obra de los monarcas leoneses, a quienes perteneció la localidad hasta el Tratado de Alcañices (1297). Las siguientes guerras con Castilla, hizo que los portugueses repararan las murallas, pero las continuas batallas llevaron a esta zona a la ruina hasta tiempos de Manuel I.
En las cercanías del municipio, se libró la batalla de Castelo Rodrigo, uno de los enfrentamientos decisivos en la Guerra de Restauración y que se saldó con victoria lusa.
Continuación hacia hotel. Cena en hotel y tiempo libre.
Desayuno en hotel. Tras ello, nos dirigiremos hacia Belmonte, localidad natal de Alvares Cabral, uno de los primeros marineros portugueses que llegó a Brasil, y también el lugar en el que muchos judíos encontraron cobijo tras la expulsión de esta confesión de España.
Y es que aún hoy pervive esta comunidad judía de Belmonte, con una veintena de integrantes, de lo que es testimonio una menorah que podremos encontrar en el centro del pueblo, cerca de la sinagoga de Bet Eliahu.
Al igual que otros puntos fronterizos, el castillo de Belmonte se levantó en el siglo XIII y hoy se conserva bien pese a los avatares históricos que ha sufrido. Junto a él, se levanta la iglesia de Santiago, lugar de enterramiento de Alvares Cabral y su familia, y que tiene la peculiaridad de que su torre se encuentra separada del templo.
Antes de irnos, podremos conocer la praça da república, donde se encuentra su pelourinho en un entorno de casas de piedra bien conservado.
Continuación hacia Sortelha, uno de los pueblos menos conocido por el turismo de toda la zona. Aún hoy, el casco antiguo se comunica con la parte nueva de la ciudad por la calzada de San Antao, que bordea la peña donde se encuentra la torre del reloj.
A esta zona, se accede por la Puerta de la Villa, que encierra en su muralla una decena de calles empedradas, al igual que sus casas, muchas de ellas edificadas sobre la roca. En este espacio, aun se conserva una casa de origen andalusí, así como su castillo, que conserva el llamado «balcón de Pilatos», un antiguo matacán del mismo. Frente a él se encuentra el pelourinho, símbolo de un pasado importante, y su iglesia matriz.
Almuerzo en restaurante local. Tras ello, nos dirigiremos a Sabugal, que también perteneció a la corona leonesa antes de ser portugués. En su urbanismo aún encontramos el recuerdo medieval de calles casi concéntricas.
Antes de entrar a esta zona, se levanta la Casa dos Britos, perteneciente a Brito Távora da Silva y levanta en el siglo XVII, y aunque modificada posteriormente, es un buen ejemplo de casa barroca. Frente a ella, se encuentra el ayuntamiento, que da paso a la calle Dinis I, al final de la cual se encuentra su castillo, donde parece que ocurrió el milagro de las rosas entre este monarca y santa Isabel de Portugal.
Regreso a hotel. Tiempo libre y cena en hotel.
Desayuno en hotel y check-out. Salida hacia la localidad de Linhares, cuyo origen se remonta al siglo XII, con carta foral de D. Alfonso Enríques, lo que le sirvió para que D. Dinis I, mandara construir su castillo. Tuvo importancia estrátegica hasta comienzos del siglo XIX, lo que hizo que perdiera su estatuto de villa en el 1855.
Hoy, conserva bien el patrimonio medieval, por lo que deambular por sus calles es retroceder varios siglos. Comenzaremos por la austera iglesia de San Antonio, que fuera la iglesia de la Casa de la Misericordia y que se encuentra junto a la fuente de la localidad y a un palacio blasonado barroco.
También conserva el foro medieval, un estrado frente al pelourinho, desde donde se administraba justicia. También en esta parte de la ciudad se encuentran restos de una antigua calzada romana, así como la capilla de la Concepción, y algo más arriba, la casa del judío.
Antes de irnos, pasearemos junto a la iglesia matriz, dedicada a Ntra. Sra. de la Asunción y junto a la que se encuentran los restos del castillo medieval.
Continuación hacia Guarda, donde destaca la catedral gótica, que vino a sustituir una anterior románica. Las obras se iniciaron a finales del siglo XIV, pero las luchas dinásticas del país, retrasaron su finalización hasta el siglo XVI. A pesar de ello, presenta un estilo bastante unitario tanto al exterior como en el interior.
Seguiremos el paseo por la antigua judería medieval, a la que se accedía por la puerta del rey, hasta llegar a la iglesia de San Vicente, cuyo aspecto actual es barroco. Otra de las puertas de la ciudad, la de la hierva, se encuentra cerca de esta iglesia, al igual que la torre de los Ferreiros, que pertenecía a la antigua muralla.
Almuerzo libre. Tras ello, continuaremos hacia Ciudad Rodrigo. Check-in y tiempo libre. Cena final.
Desayuno en hotel y check-out. Por la mañana, visitaremos el centro de Ciudad Rodrigo, para conocer la catedral cuya fundación se remonta al siglo XII, aunque su aspecto responde a los preceptos góticos. Sin embargo, no se finalizó el templo hasta el siglo XVIII cuando se levanta la torre. De entre sus elementos destacan sus portadas y su claustro, donde participaron arquitectos tan importantes como Gil de Hontañón.
También conoceremos su arquitectura renacentista civil, con ejemplos tales como las casas consitoriales, en la plaza mayor, o el palacio de los Águila, que cuenta con una portada plateresca, y hablaremos de su pasado antiguo con los berracos que se encuentran junto al antiguo castillo, hoy Parador.
Salida hacia Sevilla y parada para almorzar en Cásar de Cáceres. Continuación de la ruta. Llegada al Prado de San Sebastián y fin del viaje.
FIN DE NUESTROS SERVICIOS
El tipo de habitación estará sujeto a la disponibilidad del hotel.
Reunión, información e inscripción: 01 de junio a las 10:00
Lugar de inscripción: Centro de Actividades.
Fecha | Doble | Individual |
Preinscripción | 100€ | 100€ |
01 Junio | 250€ | 350€ |
01 Julio | 250€ | 300€ |
01 Agosto | 250€ | 300€ |
01 Septiembre | 250€ | 300€ |
Pago: con tarjeta en las oficinas del centro de actividades o desde la zona del viajero en www.viajesairescreativos.com