Marcas Hispánicas: una historia a ambos lados de los Pirineos. Del 13/04 al 18/04 de abril de 2026

Las marcas hispánicas fue una zona de frontera entre el imperio carolingio y Al-Andalus. Allí nacieron algunos de los reinos más poderosos del norte, en forma de condados, y se desarrolló la arquitectura románica en las faldas de los Pirineos.

En la actualidad, estas antiguas delimitaciones se encuentran repartidas entre tres países: España, Andorra y Francia, aunque la cordillera montañosa sirve como nexo de unión, y muchas de sus ciudades han evolucionado durante los siglos conservando vestigios medievales que recuerdan el pasar del tiempo en estas latitudes.

El Rosellón fue un importante condado con ciudades que marcaron las diferencias entre Francia y Aragón, con ciudades protagonistas como Elna o Aragón, que aún conservan importantes edificios medievales, o Colliure, que por su situación, fue punto de encuentro de artistas y literatos de comienzos del siglo XX como Matisse, Derain, Patrick O´Brian o el propio Machado, que además fue enterrado en esta localidad.

Por otro lado, el condado de Llivia, perteneciente a la provincia de Gerona, se encuentra hoy rodeado por territorio francés, algo que ocurre debido a los tratados que se dieron tras diversas guerras, mientras que Andorra hunde su historia a tiempos del propio Carlos Martel. Ambas, reúnen una rica colección de arquitectura románica cuyo telón de fondo son los Pirineos.

La importancia que fue adquiriendo ambas laderas hicieron que se levantaran importantes monasterios y catedrales como la abadía de San Miguel de Cuixá o la actual catedral de Urgell.

DÍA 1: SEVILLA-BARCELONA-PERPIÑÁN

Encuentro en el aeropuerto de Sevilla para tomar el vuelo en dirección Barcelona. Llegada a Barcelona, recogida de equipajes y continuación del viaje en autobús. 

Almuerzo enruta. Tras ello, continuación hacia Perpiñán. Llegada y check-in en hotel.

Por la tarde, daremos un paseo por los Boulevares Jean Bourat y Wilson, una ampliación de la ciudad construida desde finales del siglo XIX y que aun conservan alguno de los edificios modernistas que se levantaron en esas fechas. Ejemplos de este lenguaje modernista son las casa Americana o la casa Archambaud, ambas de comienzos del siglo XX, cuando aún se mezcla sus estilos con otras piezas historicistas.

Estos boulevares, levantados donde antes estuvieron las murallas de la ciudad, comienzan con el cine Castillet, construido en 1911 por Eugène Montès y que supone la absorción plena de todo los preceptos modernistas a la par que supone una revolución en el ocio de la ciudad, lo que contrasta con la antigua puerta de Notre-Dame y las Casa Pairal.

Tarde libre y cena libre.

DÍA 2: PERPIÑÁN – ELNA – PERPIÑÁN

Desayuno en hotel y salida hacia Elna. Esta localidad, ya importante en tiempo de Roma, fue adquiriendo su fama medieval desde el siglo VI, cuando se convierte en sede del señorío del Rosellón, de la que será su capital religiosa hasta el siglo XVII. De este ascenso surge su catedral, dedicada a Santa Julia y Santa Eulalia, en el siglo XI, a la que posteriormente se le añade el claustro en el XII. Ambos son buen ejemplo de la arquitectura románica de esta zona, aunque el claustro, construido por los canónigos de la catedral, prolongó durante décadas su construcción, lo que hace que se pueda observar la evolución de los estilos.

Su situación fronteriza hace que reyes como Felipe III de Francia o Pedro III de Aragón, pugnaran por hacerse con ella, por lo que sufrió diversos asedios, y su declive comienza en el siglo XVI, cuando los obispos prefieren residir en Perpiñán. Tras el Tratado de los Pirineos, las murallas de la ciudad se derriban, y aunque queda algún resto, marca la confirmación del declive de la ciudad.

Regreso a Perpiñán y almuerzo en restaurante local.

Por la tarde, conoceremos esta localidad, que quedó integrada en la corona de Aragón en 1172 tras la muerte de Gerardo II de Rosellón. Su importancia llegó a tal punto que en el siglo XIV se establece un Estudio General que fue el germen de su actual universidad.

Desde finales del siglo XIII ya fue un importante núcleo comercial, del que es buen testimonio el edificio de la Lonja, construida desde 1397 y ampliada posteriormente gracias a la prosperidad de su Consulado del Mar, guardando parecidos estilísticos con otras lonjas levantinas como la de Valencia o Palma de Mallorca.

Y es que Perpiñán fue capital del reino de Mallorca y de este momento se conserva el Palacio de los Reyes, comenzado a construir por Jaime II en 1267 y que fue residencia oficial hasta 1349, cuando el reino se integra en la corona de Aragón y pasa a ser residencia secundaria de sus monarcas. Su arquitectura militar se encuentra dentro del gótico mallorquín, ya que fue trazado por Ramón Pau y Pons Descoll, muy activos en este siglo en todo el territorio. Su planta se organiza en torno a tres patios y la sala grande, sede del poder político, la capilla y la residencia real están reunidas.

Otro edificio del que se comienza la construcción a mediados del siglo XIV fue la Catedral de San Juan Bautista. Su proyecto inicial fue una iglesia de tres naves, que se vieron reducidas a una sola un siglo después para abaratar costes, aunque hasta 1493 no se cierra la bóveda y no se consagra hasta 1509. En el interior, se encuentra la tumba de Sancho I de Mallorca, que también fue conde de Rosellón y Cerdaña.

Resto de la tarde libre y cena libre.

DÍA 3: PERPIÑÁN – FIGUERES- COLLIURE – PERPIÑÁN

Desayuno en hotel y tras ello salida en autobús hacia Figueras, una ciudad que ya existía en tiempos de los visigodos con el nombre de Ficaris.

En 1267, Jaime I le otorga sus fueros y fue ganando importancia poco a poco, aunque desde el siglo anterior ya debía de existir una iglesia de san Pedro, que posteriormente fue sustituida por una de estilo románica y más tarde, por la actual en el siglo XIV, aunque hasta el siglo XVI no se construyó su fachada en estilo clasicista. Sin embargo, su aspecto actual viene de las restauraciones que tuvo tras la Guerra Civil, cuando fue muy dañada.

Junto a ella, e integrando parte de la antigua muralla, se encuentra el Teatro-Museo Dalí, construido aprovechando el teatro de la localidad del siglo XIX que quedó destruido también en la Guerra Civil. El proyecto fue una idea integral del propio Salvador Dalí, quien quiso darle una segunda vida realizando en su interior una obra de arte completa. Destaca la gran cúpula que cubre el antiguo escenario y la torre Galatea, última vivienda del artista.

Continuación del viaje hacia Colliure y almuerzo en restaurante local.

Por la tardem conoceremos esta localidad costera que aún conserva el antiguo castillo real gobernando la bahía. Fue residencia de los reyes mallorquines desde el siglo XIII, aunque anteriormente existieron fortificaciones romanas y visigodas que ya protegían las fronteras pirenaicas.

Justo en un extremo de la cala llamada Ansa de la Baleta, se encuentra el faro de la localidad, junto a la colina donde la tradición cuenta que fue martirizado San Vicente y donde existe una capilla dedicada a este santo, construida en 1701. En las cercanías, también se alza la iglesia de Notre-Dame-des-Anges, construida desde 1684 en barroco catalán, sobre una capilla anterior, y cuya torre es símbolo de la localidad.

Entre ambas, se encuentra el barrio del Mouré, el antiguo barrio de pescadores, con callejuelas empedradas y casas pintadas en tonos vivos que es el alma de Colliure.

La luz y los paisajes de la zona, atrajeron a artistas como Matisse o Derain, por lo que Colliure fue una de las localidades que vieron nacer el fauvismo. Otro artista que residió en la localidad, fue Antonio Machado, donde murió en 1939 y cuya tumba aún se conserva en el cementerio municipal.

Regreso a Perpiñán. Resto de la tarde libre y cena libre.

DÍA 4: PERPIÑÁN – SAN MIGUEL DE CUXÁ – LLIVIA – ANDORRA LA VIEJA

Desayuno en hotel y check-out. Tras ello, nos dirigiremos hacia la abadía de San Miguel de Cuxá, a unos kilómetros de Prades. Fue fundada en el año 878, por lo que es una de las abadías más antiguas de los Pirineos Orientales. Aunque la comunidad original no se asentó en este emplazamiento, una inundación hizo que se establecieran en el lugar donde aún se mantiene el complejo monástico. La iglesia benedictina se consagró en el año 974 y constituyó uno de los mejores ejemplos de arquitectura prerrománica a este lado de los Pirineos, aunque en el siglo XI se construyó la girola, a torre y la cripta, mandadas construir por el abad Oliba, quien también fundara Montserrat. Un siglo más tarde, se construyó su espectacular claustro, del que apenas quedan unos fragmentos, puesto que tras la supresión de las órdenes religiosas en 1791, fue desmantelado y vendido, por lo que hoy  podemos contemplar la mayoría de piezas en Nueva York.

Más tarde, nos dirigiremos a Llivia, un antiguo condado que quedó aislado tras el Tratado de los Pirineos de 1659, con el que se firmaba la paz entre Francia y España en el contexto de la Guerra de los Treinta Años. Con este tratado, parte del Rosellón y la Alta Cerdaña pasaron a territorio francés, mientras que Llivia, al no considerarse pueblo sino villa, se mantenía bajo soberanía española.

Almuerzo en restaurante local. Por la tarde, podremos conocer esta localidad que conserva una de las farmacias más antiguas de España, la Farmacia Esteve, que estuvo en funcionamiento desde el siglo XV hasta el XIX y que hoy podemos admirar en el museo con su mobiliario, albarelos y libros de recetas. Y es que, Andreu Esteve llegó a ser boticario de Felipe IV.

Junto al museo, se encuentran la torre de Bernat So, la única torre que persiste de la antigua muralla y que recuerda el paso señorial de la villa, mientras que cerca de este hito, está también la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, cuyas proporciones nos habla de las riquezas de sus habitantes en tiempos pasados.

Continuación hacia Andorra. Llegada a Andorra la Vieja y check-in en hotel.

Resto de la tarde libre y cena libre.

DÍA 5: ROMÁNICO ANDORRANO*

Desayuno en hotel y tras ello, comenzaremos la ruta por en románico de este país. 

Comenzaremos por el pequeño núcleo de Santa Coloma, hoy prácticamente integrado en la parroquia de Andorra la Vella y que constituye uno de los enclaves más antiguos y significativos del Principado desde el punto de vista histórico y artístico. Su origen se remonta a la época prerrománica, cuando ya existía aquí un asentamiento vinculado a las rutas que comunicaban el valle del Valira con las tierras catalanas del Urgellet. La toponimia y los vestigios arqueológicos confirman la continuidad de población desde época altomedieval, convirtiendo este lugar en uno de los más antiguos de Andorra.

El corazón del conjunto es la iglesia de Santa Coloma, una de las joyas indiscutibles del románico lombardo del Pirineo. Su estructura, austera y armoniosa, combina elementos de distintas fases constructivas: una nave única cubierta con bóveda de cañón y un ábside semicircular decorado con lesenas y arquillos lombardos, típicos del siglo XI. Sin embargo, lo que confiere singularidad al edificio es su campanario circular, adosado al muro sur y levantado en el siglo XII: una torre cilíndrica de cuatro pisos rematados por ventanas geminadas, única en Andorra y muy escasa en el contexto pirenaico. Su verticalidad, casi escultórica, contrasta con la horizontalidad de la nave y revela una influencia del románico lombardo tardío procedente del norte de Italia y del valle de Arán.

En el interior se conservan restos de pintura mural románica que originalmente cubrían el ábside. Realizadas hacia el siglo XII por un taller próximo al círculo de la escuela de Pedret, representan un Pantocrátor rodeado por el Tetramorfos y figuras de apóstoles, siguiendo los modelos iconográficos difundidos por el románico catalán. Estas pinturas fueron arrancadas en el siglo XX para su conservación y hoy se exhiben en el Espai Columba, el centro museístico situado muy cerca de la iglesia, concebido precisamente para albergar y contextualizar este conjunto pictórico.

Conitnuaremos hacia el pueblo de Pal, situado en la parroquia de La Massana, es uno de los conjuntos rurales mejor conservados de Andorra y una de las muestras más puras del poblamiento tradicional pirenaico. Su emplazamiento, a más de 1500 metros de altitud, en un valle lateral del río Valira del Norte, responde a una larga ocupación humana ligada al pastoreo y a la explotación de los recursos forestales. El caserío, con sus casas de piedra oscura, balcones de madera y tejados de losas, mantiene casi intacta la estructura urbana medieval, lo que lo convierte en un auténtico museo al aire libre del hábitat montañés.

En el corazón del pueblo se alza la iglesia de Sant Climent de Pal, uno de los templos más representativos del románico lombardo andorrano. Construida entre los siglos XI y XII, responde al modelo de nave única con ábside semicircular orientado al este, decorado con lesenas y arquillos ciegos, siguiendo la estética del primer románico catalán. La piedra granítica, sin apenas labra, confiere al conjunto una fuerza telúrica que se integra de manera natural con el entorno alpino.

El elemento más distintivo de Sant Climent es su campanario de torre cuadrangular, levantado probablemente en el siglo XII y característico del estilo lombardo: se organiza en varios pisos de ventanas geminadas y triples, separadas por franjas de arquillos ciegos. Su silueta esbelta, visible desde el valle, cumplía una función no solo litúrgica sino también simbólica y territorial, marcando la presencia cristiana en un espacio de frontera entre condados medievales.

Regreso a la capital, donde hablaremos de la historia del país en la Casa de la Vall, edificio emblemático donde se sintetiza la historia institucional y política del Principado. Construida a finales del siglo XVI —concretamente en 1580—, fue en origen la residencia de la familia Busquets, una de las más acomodadas de la zona. En 1702, el edificio fue adquirido por el Consell General de les Valls, el órgano de gobierno de Andorra, que desde entonces lo convirtió en su sede permanente, transformándolo en el centro político y simbólico del país durante más de tres siglos.

Almuerzo libre y tarde libre. Cena final.

*Según las condiciones meteorológicas que encontremos en abril, este día puede sufrir ligeras modificaciones.

DÍA 6: ANDORRA LA VIEJA – SEU DE URGELL – BARCELONA – SEVILLA

Desayuno en hotel y check-out. Tras ello, nos dirigiremos a La Seu de Urgell, cuyo núcleo se sitúa sobre un asentamiento romano, conocido como Urgus Augusta o Castrum Urgelli, del que apenas quedan restos visibles, pero que ya en época tardoantigua constituía un enclave significativo en el control del corredor pirenaico oriental.

En el siglo V, se establece aquí la sede episcopal de Urgell, una de las más antiguas de Hispania, que tras la conquista franca a comienzos del siglo IX, se consolidará como centro espiritual, político y cultural del Pirineo catalán. Durante la Edad Media, la ciudad fue capital del Condado de Urgell, uno de los condados germinales de la Marca Hispánica. A partir del siglo XII, la fusión del poder episcopal con los intereses del conde convirtieron a la ciudad en un centro de irradiación románica y en un actor de peso en la política altomedieval catalana.

Pero su singularidad política se cimenta en la co-soberanía del Obispo de Urgell sobre el Principado de Andorra, vigente desde 1278 y aún hoy en día en vigor. Esta figura —el Obispo como copríncipe junto con el monarca francés— otorga a la Seu un prestigio diplomático sin parangón entre las sedes episcopales catalanas. De ello da buena cuenta la catedral de Santa María, la única catedral románica que se conserva íntegramente en Cataluña, construida en torno a 1116 bajo impulso del obispo san Odón de Urgell y del arquitecto Ramon Llambard, siguiendo los modelos lombardos. Su interior es muy sobrio, lo que contrasta con la decoración de los capiteles de su claustro, decorado con escenas bíblicas y seres fantásticos.

Tras ello, pasearemos por el casco antiguo de la Seu, que conserva en buena parte el trazado medieval como la calle dels Canonges que conectaba la catedral con el antiguo recinto amurallado. Se caracteriza por sus porches bajos, casas señoriales con escudos de armas, ventanas góticas y algunos restos de la antigua muralla. Este eje era el corazón civil y clerical de la ciudad y conserva aún ese aire de dignidad sobria y ordenada. Como muchas ciudades episcopales de la Edad Media, la Seu d’Urgell albergó una comunidad judía significativa, establecida entre los siglos XII y XV, hasta su expulsión en 1492. El call jueu se sitúa en torno a la actual calle de los Estudis y conserva aún el entramado de calles estrechas y recovecos. No se conservan sinagogas visibles, pero sí constancia documental de su presencia activa en el comercio y la medicina.

Almuerzo en restaurante local y continuación hacia Barcelona y llegada al aeropuerto para tomar el vuelo en dirección Sevilla. Llegada a Sevilla, recogida de equipajes y fin del viaje.

FIN DE NUESTROS SERVICIOS

Precio:

• Por persona en habitación doble, 1702€ netos.
• Por persona en habitación individual, 2015€ netos.

Calendario de pagos:

Hotel:

El precio incluye:

• Vuelo Sevilla- Barcelona / Barcelona – Sevilla
• Maleta de 20kg
• Autobús a disposición durante los trayectos
• Estancia en hoteles 4**** , en régimen de alojamiento y desayuno
• Almuerzo y cenas según programa
• Acompañantes desde origen, ratio 1/15, un profesor y un responsable de la agencia
• Guías de habla hispana
• Entradas a monumentos y visitas especificadas en el programa
• Seguro de viaje y anulación, valorado en  15€.

El precio no incluye:

• Excursiones y entradas a monumentos NO mencionados en programa.
• Comidas en aeropuertos y estaciones.
• Bebidas en las comidas programadas (salvo agua).
• Maleteros, propinas y extras no incluidos en programa.
• Gastos de índole personal.
• Cualquier otro servicio no mencionado en “el precio incluye”

* Los programas de esta web pueden estar sujetos a cambios y pequeñas modificaciones previas a la fecha de salida del viaje.